Veintidós vueltas al sol dió la osamenta de quien escribe desde que un amigo insistiera a mediados de los 90 para que le buscara un autito a escala en la madre patria. “No me traigas, cualquiera” dijo solemnemente. “ Quiero un Renault Alpine, pero grandecito, para que se noten los detalles...”
Atento a no incumplir la promesa dada, los últimos días de ese viajecito, me hice en una jugueteria Catalana del preciado cochecito, en ese momento desconocido para mi, y hoy...les confieso que me costó mucho regalárselo, porque era bien lindo...
La vida nos da sorpresas...sorpresas nos da la vida, rezaba la canción que como dardo acertaba en mi cabeza cuando, durante mis periplos por Europa durante el año pasado, el destino, la causalidad y que se yo, cubriendo para el programa Steel Road el Auto Retro Barcelona, mis ojos se toparon con un Renault Alpine A 110, pero real y esto suena un poco a broma, porque el normalito parece de juguete...solo que no lleva caja.
Evolución del Alpine A 108, ese que comenzara a fabricarse en Dieppe, fruto del capricho de Jean Redelé y de la carroceria de fibra dibujada por el tano Michelotti, culpable de tantos autos bonitos durante esos años, el que me cruce en Auto Retro, el 110. Era, y es aún, un deportivo que en las calles europeas obliga a dar vuelta la cabeza , porque es lindo...porque es raro de ver por su linaje deportivo y por su precio.
Aquellos que pregunten valores...agárrense de las medias!...58.000 euros por el expuesto que, sin ser el mejor ejemplo de buena restauración, los vale por su rareza...
Tontuelos ! dirán … quién pagará esa cifra por un auto así ? Si sisi , antes de terminar el día ya se había vendido.
Pero bueno este cronista no va a hablar de euros o pesetas que escapan a esta sección del Expreso Judicial..
Esos días hubiera querido sentarme en su butaca y por lo menos que alguien me tomara una foto al volante para poder decir... me subí en él...
Ya vendido y retirado poco podía esperar...pero como los planetas catalanes se alinearon...y luego de un comentario en el bar de turno cercano al piso prestado que usaba para dormir, un buen amigo me comenta asombrado...Paco tiene uno, está aquí a tres calles, ve a verlo de mi parte y dile que eres de la tele, seguro te deja verlo y subirte a él...
Es ahí donde confieso que regrese a la infancia dorada, esa donde uno ansioso esperaba que los padres lo llevaran a la juguetería y le dieran rienda suelta..
Y si..así fue que Don Paco Torrás...me abrió las puertas de su taller en Nou Barris para enseñarme su colección del rombo, y sobre todo su estrella, su Alpine A 110 motor 1400 que disfrutaba desde que lo comprara 0 km allá por el 1974.
Alegre accedió a filmar la nota y contar secretillos de su "matagigantes"...lo compre para ganar tías....pero a mi mujer le decía que era por ella...
Auto único en esa familia por esos años. Obligado a más de un viaje donde el equipaje debía ser lo imprescindible...no olvidemos. es un deportivo pero de esos que son o eran deportivos de verdad...acostumbrado a apalear a más de un porsche 911, fiat 131 abarth y lo que se les cruzara, esta pequeña bestezuela no perdonaba en las trepadas de montaña, y aún hoy día lo hace.
La cuestión es que le caí tanbién a Don Paco que permitió que mi metro setenta y dos entrara con calzador en la butaca del conductor y diera una vueltita por las calles Barcelonesas...la experiencia...casi orgásmica...y claustrofóbica...el auto mide un metro de altura de la calle al techo, así que imaginen lo que era detenerse junto a un autobús...!
He regresado varias veces en este año a Barcelona, pasando por la puerta de lo de Don Paco y les confieso que realmente sentí eso que sentía de chico, cuando al pasar por una juguetería pegábamos la nariz a la vidriera viendo esos "chiches" que nos gustaban a lo loco pero que tristemente sabíamos que no eran para nosotros...
Jajajaa no crean que la historia termina aquí...es más recién empieza. Luego les cuento como el 2017 trajo para mi encontrarme con varios de estos Alpine en Francia y España...pero eso será otra historia. De momento FINS AVIAT, o hasta pronto en Catalán...!