Se confirmó la noticia de la primer muerte por Coronavirus-Covid 19 en la Villa 31 de Retiro.
Se trata de Toribia Balbuena, una mujer de 84 años quien junto a su marido se contagió del “caso cero” en esta villa porteña donde viven más de 40 mil personas.

Es el segundo caso fatal considerando el fallecimiento el 16 de abril pasado de Andrea Gómez, de 49 años y empleada del Congreso Nacional, quien vivía en la Villa 1-11-14 del barrio de Flores.

La preocupación por la propagación de la enfermedad en las villas, principalmente en las que más contagios se han registrado - 31 y 1.11.14 - han puesto en estado de alerta al Gobierno local, el cual ha desplegado recursos físicos y materiales para asistir a comedores y centros comunitarios e impulsar una campaña de prevención, limpieza y desinfección.

Sin embargo la pregunta es cómo se hará para evitar que la enfermedad se extienda en estos sectores de la ciudad donde las condiciones de hacinamiento y vulnerabilidad social pueden tener un efecto multiplicador de inusitadas consecuencias. 

¿Qué sucederá con todas aquellas personas consideradas de riesgo que viven allí, como mayores adultos, diabéticos, enfermos cardíacos o respiratorios? ¿Habrá medidas para evacuarlos y brindarles lugares alternativos donde poder estar?
Porque no  tengamos ninguna duda que si permanecen en esas viviendas precarias, donde los espacios son tan reducidos y en los que conviven 8, 10 o más personas, se los estaría condenando a un casi seguro contagio de la enfermedad.