Este fin de semana se disputó la fecha 16 de la Superliga argentina de fútbol. Más allá de lo deportivo, un detalle que no se puede obviar es lo arbitral. Los jueces, en su mayoría, tuvieron una actuación pésima en los distintos partidos, determinando fallos que modificaron, o al menos tuvieron una implicancia muy directa, sobre los resultados finales. Repasemos los distintos encuentros que presentaron alguna jugada polémica.
Partido: Racing Club 3 vs 1 Lanús
Árbitro: Germán Delfino
A los 5 minutos del primer tiempo, ocurrió una jugada muy polémica cuando el encuentro aún estaba empatado en cero. El “Laucha” Acosta desbordó por la izquierda, entrando al área rival, y el defensor de Racing, Alejandro Donatti, se tiró a barrer el balón, pero llegó tarde y derribó con un golpe en las piernas al jugador granate. Delfino, que siguió bien de cerca la jugada, sorpresivamente cobró córner. El presidente del actual subcampeón de América, Nicolás Russo, apuntó al juez: "El penal de hoy es increíble. A Delfino lo considero el mejor, pero el penal es clarísimo y él está al lado. Es una vergüenza el penal que no te dan". "Se puede equivocar o no, pero si la ve, la cobra. La jugada la ve y no la cobra. La verdad estoy amargadísimo". A pesar de que no se puede negar la superioridad del conjunto de Avellaneda a lo largo del partido, el trámite del mismo tal vez hubiera sido otro, si empezaba en desventaja.
Partido: Argentinos Jrs. 2 vs 2 Atl. Tucumán
Árbitro: Ramiro López
Sin dudas, uno de los partidos más calientes de la fecha. De pierna fuerte y mucha agresividad, ya que ambos equipos buscaban acomodarse en la tabla, en zona de clasificación a las copas. El perjudicado en este caso, fue el conjunto de La Paternal. El clima comenzó a caldearse cuando al conjunto local, que se encontraba en desventaja por 2-1, el juez no le cobró un claro penal a favor sobre Damián Batallini, en la puerta del área. Minutos más tarde, durante el segundo tiempo, una falta de atrás al jugador Nicolás González, que entraba por el punto de penal para conectar el centro que venía desde la derecha, fue obviada por el árbitro, y de esta manera, no volvió a concederle la pena máxima al equipo de Berti, quien estalló de la bronca y se tuvo que retirar expulsado. Por último, Gastón Machín, jugador de Argentinos, recibió una terrible patada digna de tarjeta roja, pero para López, solo fue amarilla, cerrando así, una actuación muy mala desde lo arbitral.
Partido: San Lorenzo 1 vs 0 Newells
Árbitro: Néstor Pitana
Esta vez, a diferencia del último partido que disputo San Lorenzo frente a Boca, el arbitraje lo favoreció, en una jugada que pudo haber cambiado la historia del encuentro, que en sí, no fue de lo más atractivo para el espectador. De hecho, la jugada de la polémica fue una de las más claves para el conjunto rosarino, a lo largo de todo el cotejo. Un centro que vino desde un tiro libre, derivó en una segunda jugada que terminó por los aires, y cuando Nicolás Navarro, arquero del conjunto local, quiere salir a descolgar esa pelota, le pone el codo en la cara al jugador “leproso” Victor Figueroa, y lo desplaza. Lo descomunal de todo esto, es que Pitana no solo no cobró el penal, sino que cobró una falta sobre el arquero, que no existió.
Partido: Temperley 0 vs 0 Independiente
Árbitro: Diego Abal
No fue un partido que haya sido muy relevante, ni en el juego, ni en lo arbitral. Es cierto que el conjunto de Avellaneda fue un poco más que el “gasolero”, quien aguantó media hora del segundo tiempo con un jugador menos, por la correcta expulsión de Matías Nani. Pero el que tendría que haber jugado con uno menos desde el principio, era Independiente, que a los 7 minutos del segundo tiempo, Jorge Figal, que ya estaba amonestado, le cometió una falta bastante clara y dura desde el piso, a su rival Adrián Scifo. El juego se detuvo, pero las tarjetas no aparecieron. Por último, otra polémica más, se dio faltando poco menos de 10 minutos para que termine el encuentro. Leandro Fernández ingresaba al área contraria desde la izquierda, y al sentir un leve contacto del defensor Adrián Arregui, exageró su caída. ¿Era penal? Sí, aunque fue más notoria la actuación que la patada en sí. De todas maneras, no deja de ser una falta, en la que debió cobrarse penal. Pero en el fútbol argentino, no es uno de los que te suelan dar.
Partido: River Plate 2 vs 2 Godoy Cruz
Árbitro: Jorge Baliño
Sin dudas, el partido más caliente de la fecha, en cuanto a las polémicas arbitrales. El juez internacional, no estuvo para nada fino, y esta vez, el más perjudicado durante el encuentro, fue el conjunto de Núñez. El primer error vino a los 15 minutos del primer tiempo. Lucas Pratto ingresa por la izquierda al área rival, encarando hacia adentro. De atrás, el defensor Luciano Abecasis, lo carga arriba de manera muy leve, pero sobre el final de la jugada, cae al piso y con su pierna izquierda, provoca el contacto con las piernas del delantero, quien inevitablemente queda arrojado en el suelo. Baliño no sancionó nada, en una acción que debió cobrarse penal para River. El segundo fallo y muy grave, fue el segundo tanto de Godoy Cruz, a los 25 minutos del primer tiempo. El delantero Santiago García, arrancó adelantado de cara al gol, que debió ser invalidado por el asistente, Alejandro Mazza. De esta manera, el conjunto mendocino se ponía en una ventaja muy cómoda, cuando no correspondía. Ya en el segundo tiempo, tenía que ser expulsado por doble amarrilla Tomás Cardona, defensor del “tomba”, por dos entradas durísimas ante sus rivales. Pese a ello, siguió el resto del partido en cancha. Y la jugada más escandalosa, fue el quite de Jonathan Maidana al rival, que termina tomándolo Leandro Armani. El árbitro interpretó que hubo intención de pasársela al arquero, y cobró indirecto dentro del área, que de milagro no terminó en gol. Desde el juego, el empate fue lo más justo, pero el desastroso arbitraje de Baliño, le mereció no dirigir la próxima fecha por sanción, y claramente, fue un partido con un resultado totalmente mentiroso, debido a la incidencia de sus decisiones.
Partido: Colon 1 vs 0 Gimnasia LP
Árbitro: Fernando Espinoza
El partido que cerro la fecha, tuvo dos errores que, como si fuera poco, también podrían haber modificado el resultado del partido. La primera acción polémica se dio a los 23 del segundo tiempo, con el conjunto santafesino ya arriba en el marcador. Christian Bernardi, jugador “sabalero” picó con la pelota por el costado derecho del área. Quien lo marcaba, Maximiliano Coronel, lo fue acompañando y tomando hasta que finalmente lo derribó al suelo. En la repetición se ve más una simulación exagerada, que una falta en concreto, en mi opinión. De todas maneras, de ser cobrado, Colón disponía de la pena máxima para ampliar su ventaja. Por último, poco después de esa jugada, el perjudicado fue el conjunto platense. Un centro llovido al área, que conectó de cabeza el delantero Jerónimo Barrales, pegó en la mano del defensor rival, la cual para Espinoza fue casual. Nuevamente desde mi punto de vista, considero que fue sin intención que la pelota pega en el brazo, pero estaba bastante desplazado del cuerpo, por lo cual debió haberse sancionado la pena máxima, que podría haberle otorgado el empate o no al “lobo”.
Recordemos también las declaraciones del día lunes, por parte de Horacio Elizondo, Director Nacional de Arbitraje, durante un programa de Fox Sports: "Estamos altamente preocupados por el rendimiento que tuvimos este fin de semana. Esta fecha fue crítica. Estamos atravesando un mal momento, las cosas no están saliendo como nosotros queremos".
Para finalizar esta nota, y coincidiendo con lo que dice el ex árbitro mundialista, lo que se busca en este informe, es dejar expuesto la ineficacia y actuaciones pésimas que tuvieron los jueces del fútbol argentino durante la fecha pasada. Mostrar de una manera objetiva, que una gran cantidad de equipos fueron perjudicados, y los resultados terminan siendo mentirosos. Que quede claro que no se busca inclinar la balanza por nadie, ni dejar entrever esas “suspicacias” de la que se habla en la prensa. Netamente se juzga la actuación de los árbitros locales, que la verdad deja mucho que desear.