Descubren que una proteína podría ser útil para mejorar el tratamiento del cáncer de tiroides

Según un estudio internacional, incrementar la actividad de una proteína que se encuentra presente normalmente en la tiroides podría ser de utilidad para conseguir frenar la multiplicación de células cancerosas en esa glándula del cuello que es fundamental para la producción de hormonas que controlan el metabolismo del cuerpo.
Los investigadores de Argentina, Holanda y Suecia identificaron que la proteína LRIG1 es capaz de unirse a versiones cancerígenas de una proteína llamada RET, responsables del carcinoma medular tiroideo, y disminuir así su actividad oncogénica. Este tipo de tumor constituye el 1% al 2% de los cánceres de tiroides.
Esta proteína es un supresor de tumores tiroideos por lo que se espera, según lo afirma uno de los autores del trabajo, el doctor Fernando Alsina, que podría utilizarse para interrumpir la actividad oncogénica del cáncer en combinación con otras terapias. Sostiene en ese sentido que un enfoque terapéutico alternativo podría consistir en potenciar la acción de esas moléculas proteicas dentro de las células cancerígenas.
Alsina y sus colegas alcanzaron esta conclusión tras experimentos in vitro en los que introdujeron la proteína LRIG1 y versiones oncogénicas de RET en células que normalmente carecen de estas proteínas. Y luego de realizar análisis bioquímicos y moleculares descubrieron su capacidad de inhibir la actividad tumoral de esas versiones oncogénicas de RET.
“Es necesario profundizar estos estudios y realizar estos experimentos en condiciones más complejas y fisiológicas (es decir, dentro del cuerpo)”, afirmó el científico argentino.
El estudio fue publicado en la revista “International Journal of Oncology”. Y también participaron el doctor Paratcha; Carl Herdenberg y Roger Henriksson, de la Universidad de Umeå; Catharina Larsson y Na Wang, del Instituto Karolinska, en Suecia; Jo Höppener, del Centro Médico de la Universidad de Utrech, en Holanda; y Miklós Tarján y Tibor Tot, del Hospital Falun, en Suecia.
Fuente: Agencia CyTA