Sin lugar a dudas el Congreso Internacional de Oficiales de Justicia y Notificadores, que tuvo lugar la semana pasada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue un acontecimiento que no pasó desapercibido en el Poder Judicial.

Aun hoy se habla de la fuerte convocatoria que reunió a funcionarios no solo de la Argentina sino de varios países, entre los que tuvieron una destacada participación los representantes del Brasil.

El encuentro duró dos días (7 y 8 de noviembre) y fue organizado por la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación y declarado de interés por la Corte Suprema.

Entre lo que hay que destacar en primer lugar fue el arduo trabajo del equipo organizador, al cual se le debe en gran medida el éxito del evento. El mismo estuvo encabezado por el Secretario General de la Comisión Interna de Notificaciones y Mandamientos, Omar Eduardo Ruiz (integrante además de la Comisión Directiva Nacional de la UEJN); el Director General del Centro de Asistencia Judicial Federal, Pablo Lamounan; la Directora General de la Dirección General de Mandamientos, Rosario Brinsek; los Oficiales de Justicia: Jorge Moya, Patricia Estévez; Bárbara Strickland; Francisco Papini; y un importante número de oficiales notificadores y empleados administrativos que se encargaron de cada detalle del Congreso.

Las conclusiones a las que arribaron: la necesidad que se declare como trabajo de riesgo e insalubre el que realiza el Oficial de Justicia; promover la instrumentación de dispositivos interdisciplinarios de asistencia y acompañamiento de los Oficiales de Justicia. Dispositivos Clínico – Asistencial; y la realización de cursos y talleres de capacitación y formación permanente para los Oficiales de Justicia y Notificadores en el orden Nacional, Regional o Internacional, representan el puntapié inicial para próximas convocatorias que conduzcan a que se de respuesta a reclamos que llevan años sin solución y que hacen a la salud y la integridad física de estos funcionarios que desempeñan a diario una tarea nada sencilla y que no cuenta con el reconocimiento que se merece.