El pasado 30 de noviembre, la joven estudiante se encontraba en un conocido supermercado, simulando que hacía unas compras. Durante su recorrido por las góndolas, habría ocultado en una mochila remeras de hombre, musculosas para niña, juguetes, una mamadera, un paquete de arroz, chocolates, alfajores, galletas, salchichas, queso crema, entre otros productos.

Cuando se disponía a pasar por la caja registradora, una de las empleadas, que sospechaba de la joven, le pidió que mostrara lo que llevaba dentro de su mochila, descubriendo los mencionados productos. Inmediatamente fue demorada por la Policía.

En el Palacio de Tribunales se llevó a cabo una audiencia en la cual debía definirse la situación de la joven de 23 años, acusada del supuesto delito de “hurto en grado de tentativa”.

El fiscal del caso, Ángel Belluomini, junto con el instructor Ariel Salazar, miembro de su equipo fiscal, presentó ante el juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui,  una “suspensión de juicio a prueba” o “probation” en favor de la estudiante.

Dicha presentación fue realizada a partir de un acuerdo del Ministerio Público Fiscal con la defensa de la joven, por el cual se interrumpiría la investigación penal preparatoria, pero si ella reconocía su culpabilidad y cumplía con tareas comunitarias durante tres meses en la iglesia La Merced de calle 24 de Septiembre y Urquiza.

En caso de no cumplir con este acuerdo, se retomará el proceso judicial en su contra.

Fuente: Ministerio Público Fiscal de la provincia de Santiago del Estero