A consecuencia del agronegocio en el Norte argentino, que en los últimos 10 años desmontó 1.200.000 hectáreas del bosque salteño, se ha vuelto catastrófica la crisis humanitaria en las poblaciones aborígenes.

En menos de un mes, seis niños han muerto por desnutrición y 26 fueron internados por desnutrición crónica solamente en el Hospital de Tartagal.

El agronegocio sigue despojando a casi 100.000 nativos ( Wichi, Qom,  Iyojwa’ja y  Niwaclé) de sus bosques, de su agua, de su comida, de sus vidas.Estos pueblos han sido históricamente cazadores-pescadores-recolectores y requieren un trato humanizado por parte de nuestra sociedad.

La situación sanitaria es gravísima, con desnutrición es generalizada, y niños con marasmo y kwashiorkor al estilo africano se detecta en casi todas las comunidades. La tuberculosis y el chagas tienen índices de incidencia altísimos. Se sospecha que la mortalidad materna es muy elevada también.

Un grupo de médicos y antropólogos que conocen la realidad de la región reclama que Médicos Sin Fronteras (MSF) se instale en este territorio, dado que para ellos la crisis humanitaria es similar a la de los refugiados africanos en Europa y peor aún.  

Asimismo, aseguran que la respuesta del estado nacional y provincial ha sido totalmente insuficiente para ayudar a los pueblos nativos despojados de sus bosques. 

En este sentido, los equipos de salud de Salta en el lugar son muy escasos y no cuentan con recursos suficientes ni capacidad para enfrentar la crisis humanitaria.

Por ello, creen que es de suma importancia que Médicos Sin Fronteras se instale en la zona y desarrolle acciones de contención sanitaria y de infraestructura básica.

Además, grupo representativo de caciques de estos pueblos envió una nota a MSF pidiendo una Misión exploratoria en su territorio.

Fuente: REDUAS