La difusión de una carta firmada por representantes de los Pueblos Originarios del Chaco Salteño dirigida a la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras, el pasado 20 de enero, y la muerte de niños por desnutrición, está provocando reacciones sociales de todo tipo, la mayor parte de ellas en apoyo de estos pueblos olvidados que solo son noticia cuando ocurre una desgracia y esta toma estado público.
La mencionada nota, fue un pedido de ayuda a esta reconocida organización internacional que brinda asistencia médica a víctimas de catástrofes, epidemias y guerras en todo el mundo. 

Y lo que está ocurriendo en el norte argentino (y en otras partes del país también) es realmente catastrófico. Y no es responsabilidad de un gobierno, sino de todos los que se fueron sucediendo y que ninguno se ocupó de darles una solución concreta y definitiva.

Es por eso que a raíz del silencio local, las comunidades han pedido ayuda al exterior, mostrando una realidad que espanta..

Al hambre, la miseria y la marginación de sus pueblos, denuncian, se le suma la contaminación de las napas por las empresas petroleras, la contaminación de las aguas superficiales por las fumigaciones y  el masivo desmonte que arrasa con todos los alimentos y medicinas de las que disponen ancestralmente.  
Debemos tomar conciencia que nuestros hermanos y hermanas argentinos, requieren de toda la ayuda que se le pueda brindar. Y que todo lo que podamos hacer de este medio, está a disposición de las organizaciones civiles.

Esteban González