Ningún país está protegiendo adecuadamente la salud de los niños, ni su medio ambiente y su futuro

Según un informe publicado por una Comisión convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el UNICEF y The Lancet, ningún país está protegiendo adecuadamente la salud de los niños ni su medio ambiente y su futuro.
El documento titulado: “A Future for the World’s Children?” ( ¿Qué futuro les espera a los niños del mundo? ), concluye que la salud y el futuro de todos los niños y adolescentes del mundo se encuentran bajo la amenaza inmediata de la degradación ecológica, el cambio climático y las prácticas de comercialización explotadoras que los empujan a consumir comida rápida muy procesada, bebidas azucaradas, alcohol y tabaco.
Según la ex Primera Ministra de Nueva Zelandia y Copresidenta de la Comisión, Helen Clark, «Se calcula que alrededor de 250 millones de niños menores de cinco años de países de ingresos bajos y medios corren el riesgo de no alcanzar su potencial de desarrollo, sobre la base de medidas indirectas del retraso del crecimiento y la pobreza. Sin embargo, lo que es aún más preocupante es que todos los niños del mundo se enfrentan ahora a las amenazas existenciales del cambio climático y las presiones comerciales. Y agregó «Los países deben revisar su enfoque de la salud de los niños y los adolescentes para garantizar que no solo cuidemos de nuestros niños hoy, sino que también protejamos el mundo que heredarán en el futuro».
En el informe también se destaca la clara amenaza que suponen para los niños las prácticas de comercialización nocivas. Los datos muestran que los niños de algunos países ven hasta 30 000 anuncios solamente en la televisión en un año, mientras que la exposición de los jóvenes a los anuncios de vapeo (cigarrillos electrónicos) aumentó en más del 250% en los Estados Unidos de América en un periodo de dos años, afectando a más de 24 millones de jóvenes.
Uno de los autores de la Comisión, el profesor Anthony Costello, sostuvo: «La autorregulación de la industria ha fracasado. Diversos estudios realizados en Australia, el Canadá, México, Nueva Zelandia y los Estados Unidos de América, entre muchos otros, han demostrado que la autorregulación no ha obstaculizado la capacidad comercial de hacer publicidad para los niños. Por ejemplo, a pesar de que la industria se adhirió a la autorregulación en Australia, los espectadores infantiles y adolescentes siguieron expuestos a 51 millones de anuncios de alcohol en tan solo un año en el contexto de la retransmisión por televisión de partidos de fútbol, cricket y rugby. Y la realidad podría ser mucho peor aún: tenemos pocos datos y cifras sobre la enorme expansión de la publicidad en las redes sociales y los algoritmos dirigidos a nuestros niños».
La exposición de los niños a la comercialización de comida basura y bebidas azucaradas se asocia con la compra de alimentos poco saludables y con el sobrepeso y la obesidad, lo que vincula la comercialización agresiva con el alarmante aumento de la obesidad infantil. El número de niños y adolescentes obesos aumentó de 11 millones en 1975 a 124 millones en 2016, es decir, se multiplicó por 11, con costos individuales y sociales muy elevados.
Fuente: Organización Mundial de la Salud