La Política está en Línea
La llegada del internet a nuestras vidas ha modificado sustancialmente la cotidianidad de cada uno de nosotros. Esto es una realidad inobjetable. Desde coordinar un reencuentro con los compañeros de la secundaria hasta solicitar un tratamiento médico, cada aspecto de la vida humana se encuentra atravesado y/o modificado por la red. Inclusive, una gran parte de la sociedad; entre los que me incluyo; no podría concebir una lógica diaria en la que no estén presentes las redes sociales y otras herramientas que la conexión nos ha presentado.
Y a este fenómeno nada le es ajeno ni le huye, ni siquiera la política. No es un dato menor que todos los candidatos de las últimas tres elecciones en la Argentina tengan al menos un perfil en las cuatro redes sociales más utilizadas (Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp), así como también las agrupaciones y/o partidos a los que representaron. Es que los candidatos logran allí algo que hasta hace algunos años era un bien altamente cotizado: Publicidad.
Las redes sociales les permiten a los políticos una llegada más directa hacia su público. Ya no se requiere de los anuncios en los diarios más leídos del país, o un spot de campaña al aire en cada tanta publicitaria del prime time. Todo eso ha sido reemplazado hoy por una historia de Instagram, o un posteo en Facebook con alguna que otra propuesta. No solo eso, sino que también permiten dar una imagen de mayor “normalidad”. Una foto haciendo el asado, tirado en la cama o escuchando la radio en el auto sencillamente pueden lograr que el electorado logre establecer una relación empática con esta figura, y hasta porque no, sentir una cercanía.
Tampoco debemos dejar de lado la fuerte presencia juvenil que se da en la web. Si los jóvenes han vuelto a interesarse en la política, es porque esta ha sabido trasladar su mensaje anticuado al hábitat social por excelencia de la juventud. Macri contestaba preguntas en trasmisiones en vivo por Instagram, Alberto Fernández envía saludos de cumpleaños a sus seguidores por Twitter. Y, aunque parezca un gesto pavo y hasta algo tonto, la política logro volver a enamorar a los juveniles, porque consiguió perfectamente sembrar esta ilusión de una relación directa, de un ida y vuelta; y le mostró a los juveniles que tienen una opinión valiosa, mas allá de que la edad o la experiencia no los avale.
Pero no todo es color de rosas tampoco. Como sucede con todos los recursos, la mano humana también ha sabido malversar la cuestión. Resulta incontable la cantidad de ocasiones en que nos podemos cruzar en un día con las famosas “Fake News”. Noticias falsas, con contenido malicioso y con argumentos poco creíbles cuyo único objetivo es grabar un titular negro en el inconsciente colectivo. Y no es un fenómeno menor. Campañas enteras se han basado en esta práctica. Sin ir más lejos, la campaña presidencial que llevo a la casa blanca a Donald Trump en 2017 utilizo esta estrategia en asociación con Facebook. O los famosos “Troll Centers” de Cambiemos, que se dedicaban a generar tendencias en Twitter teniendo como objetivo siempre la agresión a líderes opositores.
La política virtual ha llegado para quedarse, no cabe duda alguna de esa. A partir de ahora, quedara en nosotros ser usuarios críticos de esta. Es necesario que como sociedad, logremos salir de esta ingenuidad en la que nos han encasillado, para así poder establecer verdaderas vías de contacto directo; donde los reclamos que aquejan a nuestro país lleguen a quienes deben llegar y no solo noticias falsas o saludos de cumpleaños.