En el marco de este contexto de excepcionalidad, no habrá calificaciones numéricas en las escuelas, sino que las evaluaciones serán formativas.

Ahora bien, cuando nos referimos al carácter formativo, es importante señalar que el propósito será retroalimentar el proceso de aprendizaje, adaptar contenidos y hacer devoluciones orientativas a estudiantes y sus familias. De esta manera, se tiene en cuenta que estos procesos se desarrollan en condiciones muy heterogéneas y desiguales.

Esta medida fue resuelta de manera conjunta entre autoridades de educación de todo el país y el Ministro de Educación de la Nación, Nicolas Trotta, en lo que fue la primera asamblea virtual del Consejo Federal de Educación (CFE).

“Nuestro principal objetivo como Ministerio es garantizar el derecho a la educación. En este contexto, se profundizan las desigualdades ya que la realidad de cada hogar es muy distinta en cada rincón del país. Por este motivo, todos los actores que conformamos el sistema educativo, estamos de acuerdo que es momento de evaluar pero no de calificar”, sostuvo el titular de la cartera educativa.

Además, las autoridades convinieron avanzar en una encuesta a nivel nacional a directivos, docentes y familias para evaluar la respuesta del sistema educativo argentino en el marco de la continuidad pedagógica.

Por otra parte, acordaron comenzar a confeccionar los protocolos para el regreso a las aulas cuando el Comité de expertos en salud lo disponga. Para ello, se tendrá en cuenta la readecuación de la infraestructura escolar y la experiencia de los países europeos.

“Sostenemos la importancia de garantizar el derecho a la educación como responsabilidad concurrente entre el Estado Nacional y los Estados jurisdiccionales”, expresó Trotta y agregó: “La planificación del retorno a clases presenciales, la reorganización de las actividades educativas y el establecimiento de protocolos de seguridad sanitaria son temas centrales que ocupan a nuestro Ministerio”.

Fuente: Ministerio de Educación de la Nación.