Reclaman el cierre definitivo del zoológico de Luján
La Defensoría del Pueblo bonaerense volvió a pronunciarse respecto al cierre definitivo del zoológico de Luján. En este sentido, el organismo pidió una inmediata reconversión de este predio como medida previa al cese definitivo de esta actividad comercial.
Tras denuncias relacionadas al maltrato y matanzas de animales en ese predio, el Organismo llevó a cabo una inspección. Luego de ello, el titular de la Defensoría, Guido Lorenzino reclamó nuevamente avanzar hacia el cierre definitivo del zoológico.
Lorenzino reiteró la necesidad de una inmediata reconversión del zoológico. Y que la misma, permita definir el destino de cada animal, solucionar la situación laboral de los trabajadores y todo lo que conlleva este proceso, hasta el cese definitivo de esta actividad comercial.
“Más allá de las irregularidades, no se pueden sostener explotaciones comerciales donde se somete a animales a situación de encierro o hacinamiento. Es el reclamo de la inmensa mayoría de la sociedad que se opone a esta práctica”, planteó Lorenzino.
Este pedido es el mismo que el organismo planteó en cada encuentro que mantuvo con el Municipio de Luján, el Ministerio de Medio Ambiente de Nación y con los dueños y representantes del zoológico.
“Ya participamos de varias inspecciones y clausuras y lo que está claro es que no se puede seguir permitiendo esta situación, hay que considerar a los animales como personas no humanas sintientes para evitarles más sufrimiento”, puntualizó Lorenzino.
Cabe recordar que el Organismo bonaerense ya se había pronunciado al respecto a partir de una petición creada en change.org, por la organización Animalista Independiente Argentina, el año pasado.
En esa oportunidad, la Defensoría envió un pedido de informes a la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia para determinar las condiciones del establecimiento.
Los informes pusieron en evidencia infracciones a la norma, mal cuidado de los animales, entre otras faltas.
La Defensoría constató que el accionar de las autoridades de ese parque violó la ley al provocar el sufrimiento de los animales expuestos al público, ya que las autoridades del lugar permitieron que el público ingrese a las jaulas para alimentar o tocar a los animales, lo que está prohibido expresamente por la ley 12.328.
En aquel entonces, Lorenzino precisó que se observaron “animales hacinados o con collares de ahorque con cadenas, como en el caso de los leones y los tigres, que además sufrían stress por el contacto con la gente. Incluso, esta situación era promocionada por las autoridades del zoológico para sumar visitantes”.
Fuente: Defensoría del Pueblo bonaerense.