La Sala Sexta de la Cámara del Trabajo de la ciudad de Córdoba, integrada por la camarista Nacy N. El Hay, resolvió condenar a una empresa, y en forma solidaria a dos de sus directivos, a que abonen los rubros derivados del despido indirecto de una trabajadora, al entender que fue injustificado.

La empleada administrativa inició la demanda en reclamo del despido indirecto, denunciando además irregularidades relacionadas con los haberes y hechos de violencia por parte del presidente del directorio. Sostuvo que fue sometida a insultos, ofensas y maltratos constantes y denigrantes que afectaron su salud física y mental.

Durante el proceso se logró demostrar el trato injurioso e irrespetuoso por parte del directivo.

Se determinó que existió un maltrato hacia sus dependientes, ejerciendo abuso de autoridad aprovechando su superioridad jerárquica y que esto repercutió en un sufrimiento de parte de la trabajadora atentando contra su dignidad como mujer.

En tal sentido, y considerando que es necesario tomar conciencia de la problemática que permita cambios sociales y culturales, la magistrada ordenó que el directivo acuda al Centro Integral de Atención de Varones para desarrollar actividades psico-socio-educativas que lo lleven a entender la problemática de la violencia de género.

La Dra. El Hay remarcó que la actitud del directivo “perturba el orden público, demostrando, instigando o pregonando conductas que vulneran a la sociedad en general, provocando serias alteraciones en el desenvolvimiento de la vida en la comunidad, extremo que debe evitarse en un Estado de Derecho que impulsa acciones y programas por la igualdad de género, prevención y erradicación de la violencia general y contra las mujeres en todos sus tipos y modalidades”.

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Fuente: Justicia Córdoba