En la ciudad rionegrina de Cipolletti, una mujer hizo una presentación en un juzgado de paz, luego de salir una mañana a su patio y encontrarse con un drone que se posó frente a su cara. Cuando se cubrió el rostro con las manos, el aparato atravesó nuevamente el paredón y desapareció.

El objetivo del juzgado de paz era resolver el conflicto entre los vecinos ya que conviven medianera de por medio.

En la presentación, sostuvo que el dispositivo le pertenecía a sus vecinos, y aseguró  que después de ese encuentro a tan corta distancia, el aparato sobrevoló hasta la casa contigua.

Además, la mujer refirió que había conflictos en la convivencia que se traducen en un trato violento, hostigamiento y problemas con la basura.

A la hora de contestar el reclamo, el matrimonio vecino adujo que los inconvenientes habían devenido de un árbol, propiedad de la mujer, que sus ramas dejaban caer grandes cantidades de hojas en su patio. Estas, afectaban la pileta y tapaban las canaletas y desagotes del entretecho.

En este sentido, la resolución consignó que el asunto de una eventual poda se canalizará a través de presentaciones ante el juzgado de Paz.

Abstenerse de conflictuar

Se les ordenó a los vecinos - tanto al matrimonio como a la mujer que hizo la presentación - abstenerse en forma recíproca de producir acciones perturbadoras y/o de hostigamiento, rondar o vigilar sus respectivos domicilios, proferirse insultos y/ o agravios por ningún medio de comunicación, ya sean telefónicos, escritos, redes sociales.

Algunos fallos de otros fueros han regulado el uso de drones en la zona. Se ha dicho, por ejemplo, que el patio de una casa forma parte de la esfera íntima de los propietarios y en consecuencia no puede ser invadido con este tipo de dispositivos.

Fuente: Poder Judicial de Río Negro-Comunicación Judicial.