Copa Argentina: ¿Estadio neutral?
Fue en 2011 cuando se relanzó este torneo, luego de muchos intentos fallidos, y de haberse jugado dos ediciones, en los años 1969 y 1970. Actualmente, es una de las competiciones oficiales del fútbol argentino, que cada día cobra más importancia por los premios que otorga en efectivo, y la clasificación a la Copa Libertadores del año siguiente, para el ganador del certamen. Durante las instancias decisivas, participan 64 equipos, enfrentándose a eliminación directa. La mayoría de las sedes, que deben ser en una condición neutral, se ubican en provincias del interior, como Mendoza, Córdoba, Formosa, Salta, Catamárca, etc. Esto se debe, a que en ellas se encuentran distintos estadios provinciales y municipales, cuyo fin es fomentar que sean usados para estos eventos nacionales.
Hasta acá, esta estructura organizativa que tiene el torneo, no debería presentar dificultad alguna. De hecho, podríamos decir que tiene una cierta lógica y coherencia. Pero desde hace tiempo, que es sabido que los clubes del ascenso, a lo largo y ancho del país, tienen demasiados problemas a niveles económicos, y la condición de partido único a estadio neutral, no resulta ser tan “neutral” del todo. Y lo más preocupante, es que se viene manifestando año tras año, y al Comité Organizativo no le quita el sueño para nada.
Un caso particular, que se dio en la edición anterior, y que refleja en parte, las dificultades que tienen los equipos más humildes del interior, fue en el enfrentamiento entre Cipolletti y San Lorenzo. Se jugó en el estadio de Lanús. El Cuervo elimino al equipo de Río Negro en la tanda de penales, tras el empate a uno. Pero el dato más curioso, es que Los Azulgranas, apenas tuvieron que movilizarse unos 12 kilómetros, mientras que Cipolletti debió desplazarse aproximadamente 1140 kilómetros, para disputar el encuentro, lo cual represento un inconveniente muy grande a nivel económico para el club, ya que movilizar a todo el plantel, y lo necesario para jugar el partido, sumado al alojamiento en Buenos Aires, implicaba un gasto que no podían afrontar. Por lo tanto, el plantel decidió pagar sus pasajes, para participar de lo que quizás fue para ellos, el partido más importante de sus vidas.
Si bien es cierto que el problema raíz radica en por qué estos clubes no tienen el dinero para moverse ni siquiera unos mil kilómetros, el comité organizativo de la Copa Argentina debería ser más empático, y elegir un estadio neutral, que propicie condiciones aceptables para los equipos que disputan los encuentros. No sólo en el momento del partido, sino también en toda la gestión previa.
Hoy la realidad marca que esta disparidad se sigue manteniendo, y los equipos más importantes del país recorren muy poca distancia hasta los estadios sedes, mientras que los de menor categoría se desplazan mucha más distancia. Veamos algunos ejemplos que se dan en actual edición de Copa Argentina:
Racing vs Sarmiento (R). Estadio: Florencio Sola. Racing se desplazó 11 kilómetros, mientras que Sarmiento de Resistencia lo hizo 956 kilómetros.
Defensa y Justicia vs Club Mitre (SDE). Estadio: Julio Humberto Grondona. Defensa y Justicia se desplazó 21 kilómetros, mientras que Club Mitre de Santiago del Estero lo hizo 1059 kilómetros.
Newells vs Deportivo Rincón. Estadio: 15 de abril. Newells se desplazó 172 kilómetros mientras que Deportivo Rincón de Neuquén lo hizo 1350 kilómetros.
Vélez vs Central Córdoba. Estadio: Alfredo Beranger. Vélez se desplazó 23 kilómetros mientras que Central Córdoba lo hizo 320 kilómetros.
Tigre vs Guillermo Brown. Estadio: Nuevo Francisco Urbano. Tigre se desplazó 54 kilómetros mientras que Guillermo Brown lo hizo 1360 kilómetros.
River Plate vs Central Norte. Estadio: Brigadier Lopez. River se desplazará 460 kilómetros mientras que Central Norte lo hará 1030 kilómetros.
Boca vs Alvarado de Mar del Plata. Estadio: Ciudad de Lanús. Boca se desplazará 11 kilómetros mientras que Alvarado de Mar del Plata lo hará 410 kilómetros.
Sean más o menos parejos, en los siete ejemplos anteriores, y solo por mencionar algunos, observamos que los equipos de ascenso y del interior, deben recorrer mayor cantidad de kilómetros para disputar sus encuentros de Copa Argentina.
Por presupuesto, por cantidad y distribución de hinchas, y porque todos los fines de semana los podemos ir a ver en el estadio de siempre, los equipos grandes son los que deberían ir a jugar al interior, lo más cercano posible de estos equipos humildes, que quieren jugar el partido de sus vidas, sin tener que padecer ningún tipo de inconveniente. Pero al parecer, para las autoridades de este torneo, la lejanía de los estadios “neutrales” de estos equipos chicos, representa algún tipo de negocio que no logró entender. Se suele decir que hay que ayudar al que menos tiene, pero como siempre, pasa lo contrario.