Deberá indemnizar a la vecina de abajo por las filtraciones en su departamento

Judiciales 18 de marzo de 2022
Entre otros puntos, la jueza valoró el “desinterés” del demandado en encontrar una solución y “los trastornos” que la situación causaron a la mujer.
humedad

Un juzgado Civil de Roca condenó a un hombre a indemnizar a su vecina por las filtraciones en su departamento. Durante varios años las pérdidas de agua fueron permanentes y los daños se iban extendiendo por el cielorraso y las paredes. 

La mujer le pedía a su vecino que arregle las cañerías, pero nunca obtuvo respuestas. Los gastos para reparar eran en vano, ya que a cada arreglo sobrevenía una nueva filtración.

Incluso, tuvo que pedir a sus nietas que ya no la visiten en su casa, por el miedo que le generaba que resulten lastimadas por los desprendimientos de yeso. 

Carta documento

Con el cielorraso desprendido, manchas de filtraciones, olor a humedad, el miedo a los desprendimientos y a sufrir problemas eléctricos, más la angustia de no lograr la empatía de su vecino para solucionar el problema, llevaron a la mujer a enviarle una carta documento para reclamarle el valor de los arreglos. 

En la audiencia de medicación, el hombre aceptó por primera vez que las pérdidas eran de su departamento y se comprometió a reparar los caños en 30 días. Pero no lo cumplió ni volvió a atender los reclamos. 

La demanda

Por último, la mujer inició una demanda civil por daños y perjuicios ante el Juzgado Civil N° 9 de Roca. El hombre no contestó la demanda ni se presentó a las audiencias. Por esta razón, luego de las notificaciones de rigor fue declarado en rebeldía y se dictó la sentencia en su contra.

Con la pericia realizada por el arquitecto, las fotos y el relato de vecinos y vecinas que fueron testigos de la situación, la titular del Juzgado condenó al responsable a pagar una indemnización de 135.000 pesos más los intereses acumulados en los últimos años.

La inspección ocular permitió constatar el probable origen de las filtraciones, aunque el perito no pudo ingresar al departamento del demandado. A pesar de ello, desde afuera pudo ver caños precariamente sujetos y acumulación de tierra y basura en la terraza del piso superior (que a su vez hace de techo de la habitación de la planta baja), que obstruía el escurrimiento natural de la lluvia. Incluso, detectó que el caño que cumplía la función de desagüe pluvial de la terraza era más pequeño que lo recomendado y estaba obstruido.

El perito describió que el cielorraso y las paredes de la cocina y de una habitación presentaban el “deterioro propio de una pérdida de agua constante, como son la pérdida del revoque, manchas en la pintura por la humedad, caída del yeso aplicado por el exceso de agua”.

Además, los testimonios fueron una prueba valiosa, ya que una vecina contó que estuvo presente “el día que corrió agua”. “Realmente parecía una catarata lo que salía de ahí”, describió.

En último lugar, la magistrada aloró el “desinterés” del demandado en encontrar una solución y “los trastornos” que la situación causó a la mujer. También valoró dentro del daño moral que el mal estado de la casa hacía evidente la “incomodidad para quien la habita” y reconoció la afectación anímica de la mujer por verse obligada a transitar un proceso judicial para tratar de solucionar el inconveniente.

Fuente: Poder Judicial de Río Negro-Comunicación Judicial. 

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