El presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, encabezó este martes (19 de marzo) el acto de apertura del año judicial 2019. Justo a él estuvieron el resto de los integrantes del tribunal: la vicepresidenta Elena Highton de Nolasco, y los ministros Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.
En el que fue su primer acto de apertura al frente de la Corte, y frente a magistrados de todo el país, decanos de facultades de derecho y periodistas especializados, envió un mensaje a todos los integrantes de la Justicia para afrontar el desafío institucional de superar la crisis de legitimidad que la afecta a la justicia argentina.
Aseguró que la solución para revertir la pérdida de confianza de los argentinos hacia el Poder Judicial es mostrar que son “verdaderos jueces de una democracia”.
En ese sentido consideró que para transitar ese camino de regeneración es preciso internalizar algunas convicciones fundantes: en primer lugar que pertenecer al Poder Judicial no es un privilegio. Ser jueces o funcionarios del Poder no confiere derechos, sino por el contrario, impone deberes y responsabilidades, “Estamos para servir a la ciudadanía con una particular prestación: aplicar el derecho”.
En segundo lugar, recalcó que para servir a la comunidad como jueces, no se debe buscar el poder. Concebirse como servidores e instrumentos de una función estatal imprescindible e indelegable, como es la de aplicar el derecho, permite ver con claridad que hay muchas cosas por hacer para recuperar legitimidad, afirmó.
Más allá de entender que el comportamiento jurisdiccional como administrativo debe poder evaluarse públicamente mediante estándares objetivos, también reconoció como mérito de la Corte, los avances significativos en el marco de una política de gobierno abierto.
Mencionó tres medidas que el tribunal adoptó recientemente que muestran el compromiso asumido:
a- La primera es la digitalización de los trámites de los expedientes, por el cual se logra mayor eficiencia y que, como efecto secundario, permitió la creación de una gigantesca base de datos. A través de utilización de un software, se publicaron resultados como el flujo de causas, tiempo que demora su tramitación, el promedio de causas sentenciadas y las razones que la Corte emplea para resolver.
b- La segunda medida fue la creación de una agenda de causas trascendentes que muestra públicamente cuáles serán tratadas con prioridad.
c) La tercera es una resolución, dictada la semana pasada, por la cual se ha ordenado elaborar un proyecto de reglamento de compras y contrataciones que reemplace el sistema vigente que data de 1972. El nuevo procedimiento permitirá que el manejo del dinero público se pueda evaluar fácilmente en base a reglas objetivas también dictadas de antemano.
Para Rosenkrantz, la crisis de legitimidad es una crisis de confianza de la ciudadanía hacia el Poder Judicial. Es por eso que planteó que se debe mostrar que son meros instrumentos de la Constitución y de la ley, y que el derecho es el único interés.
La legitimidad de los jueces, remarcó, no se agota en el modo de su elección sino que depende crucialmente del modo en que deciden y, más importante que ello, de las razones que invocan en apoyo de su decisión.
Finalizando su mensaje, afirmó que se debe recuperar la confianza en el Poder Judicial, la cual se ha perdido parcialmente, pero que recuperarla es perfectamente posible. Para ello se requerirá paciencia y un trabajo sostenido. Prescindiendo de estridencias y personalismos.
Fuente: Discurso del Presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz . Centro de Información Judicial