Extraordinario hallazgo arqueológico en la Ciudad
En el marco de la puesta en valor del paseo público Barrancas de Belgrano, se produjo un hallazgo propiciado por el equipo de arqueología de la Gerencia Operativa Patrimonio dependiente de la Dirección General Patrimonio, Museos y Casco Histórico de la Ciudad.
Este equipo encontró restos de utensilios y alimentos que probablemente pudieron haber pertenecido a los monjes franciscanos, ya que en el siglo XVIII funciono un oratorio en ese mismo lugar.
Se trata del descubrimiento arqueológico más antiguo del barrio porteño de Belgrano. Y podría aportar más datos del momento fundacional y el día a día de las personas que vivían allí. Se estima que esta clase de estructuras alcancen los 8 metros de profundidad, y es posible que los hallazgos se multipliquen, dado que las excavaciones recién llevan una profundidad de 1,70 metros. Luego de realizada esta primer etapa, se evalúa la continuidad de las exploraciones en la cercanía del pozo, con el fin de hallar más restos de la antigua capilla.
Los objetos, se encontraron en una estructura de ladrillos, perteneciente a un antiguo pozo, cercano al talud sobre la calle La Pampa. Estos materiales culturales, se encontraban bien conservados. Y se estima que los mismos pertenecían a habitantes con alto poder adquisitivo de la sociedad virreinal y colonial porteña, posiblemente donaban vajilla y otras pertenencias a los monjes.
Con el avance de la investigación se redefinirá la datación de los objetos, pero ya es posible afirmar que la gran mayoría de los materiales correspondería a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Entre los mismos se encuentran una moneda española elaborada en Potosí en 1797, la cual confirmaría las dataciones. Los demás son piezas de vajilla de loza inglesa, mayólica española y francesa, porcelana oriental, ollas y demás recipientes de terracota de producción europea y regional, botones de hueso, vasos de vidrio soplado con decoraciones grabadas, botellas de bebidas alcohólicas, frascos, cuentas de vidrio, una botija española de uso mercantil, restos óseos producto de la dieta humana (peces, aves y mamíferos domésticos), entre otros.
Fuente: Gobierno de la Ciudad