El fútbol como base sustentable en el empoderamiento definitivo de la mujer
La actualidad del Fútbol Femenino en Argentina principalmente refleja con claridad la coherencia que han demostrado las mujeres a nivel mundial incluyendo obviamente a nuestro país en la lucha por sus derechos legítimos a practicar este deporte tan noble que es una herramienta social de integración, equidad de género y el respeto por la diversidad sexual. La historia fue marcada principalmente por adversidades, exclusiones y rechazos para que las mujeres practiquen el deporte, es por eso que para conocer el presente primero debemos conocer del pasado.
La Gran Revolución Feminista de mediados del Siglo XX es uno de los cambios más radicales y transformadores de nuestra época porque logró derribar barreras y obtuvo conquistas fundamentales tales como el derecho al voto, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, entre muchas más. Desde ese lugar y con ese apoyo, comenzaron a luchar insistentemente por lograr la integración deportiva. El verdadero motor impulsor en el desarrollo del Fútbol Femenino fue el deseo de tantas mujeres desparramadas por el mundo para romper con esa hegemonía masculina y tener acceso en primer lugar a la participación como deportistas y el reconocimiento como pares. Fueron muchos años de lucha colectiva desde aquellas pioneras de los años 20 hasta las mismas mujeres contemporáneas que buscan incorporarse activamente al Fútbol Femenino. Cuando las personas tenemos un deseo que queremos cumplir ningún objetivo será imposible. El deporte nos ayuda desde jóvenes a promover el interés por desarrollarnos y superar nuestros propios límites, rompe con la monotonía de la conformidad, indudablemente que también la educación es necesaria para el progreso integral de la persona en la formación de valores socio culturales. La superación nos ayuda a todos los seres humanos a crecer, a disfrutar del proceso y de sentir la satisfacción de lograr un objetivo. El deporte es un eslabón de mucha importancia en el empoderamiento de la mujer y una usina para la formación de líderes.
“No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar” (Ángela Davis).
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) reconoció a modo de cronología como el primer partido de Fútbol Femenino un encuentro disputado entre el North y el South, en el Campo del Crouch End Athletic, en Londres Inglaterra, el día 23 de Marzo de 1895. No obstante ese dato, la verdadera piedra angular data en la Primera Guerra Mundial (entre el 1914 y el 1915) cuando la Liga Británica de Fútbol debió suspender la competencia ya que los hombres fueron acuartelados como soldados. Fue así que las mujeres además de ocupar los puestos de trabajo que quedaban vacantes comenzaron además a practicar el fútbol en forma primero amateur y luego incursionando en la profesionalidad.
El desarrollo de la actividad marchaba exitosamente hasta que la Asociación de Fútbol Inglés en el año 1921 prohibió a las mujeres el “uso” de los campos de juego. La prohibición concluyó recién en 1971. Más allá de que se puso como argumento que la práctica de este deporte iba en contra de la salud de las mujeres, el verdadero motivo fue que el desarrollo del Fútbol Femenino en ese momento iba en perjuicio del Fútbol Masculino. Lo que es cierto es que ello se
produjo en distintos países, lo que demostraba a las claras de una época marcada por conductas machistas, ello no solamente sucedería con el Fútbol sino que también sucedió con otros deportes tales como el boxeo y el atletismo. Se dieron situaciones alegales en donde si bien la participación de mujeres no estaba prohibido tampoco estaba permitido, lo cual rompía con el conocido axioma legal de que lo que no está prohibido está permitido. En este caso, los organizadores se reservaron el derecho a la admisión o no de mujeres en las competencias. En otras partes del mundo, tales como en Brasil entre 1941 y 1979 llegó a estar prohibida la práctica del fútbol para las mujeres. En esos casos el gran problema que debieron enfrentar las mujeres es que justamente las reglamentaciones eran impuestas por hombres que resultaban ser miembros de dichas organizaciones, sea cual fuera el deporte.
La Federación madre del Fútbol, la FIFA, tardó 61 años en organizar el Primer Mundial de Fútbol Femenino, en el año 1991 y en 1996 recién ingresó como deporte olímpico en Atlanta´96 E.E.U.U.cuando el de varones ya iba por su decimocuarta edición. Hoy, la FIFA aspira a que para el año 2026 haya 60 millones de jugadoras profesionales en el mundo del fútbol. También se despertaron las marcas de indumentaria deportivassiempre tan hábiles en el manejo del marketing de venta han captado negocios y nuevos nichos de consumo por lo que comenzaron a interesarse en sponsorear a jugadoras. En el caso puntual de la marca inspirada en la Diosa Griega de la Victoria ha incursionado con publicidades que fomentan el empoderamiento de la mujer a través del fútbol.
Hoy día en el Fútbol Femenino Profesional el país que se encuentra altamente desarrollado son los E.E.U.U. y siendo claros dominadores a nivel mundial. La National Women ´s Soccer League (NWSL) es la liga más competitiva del mundo. Esta liga se sustenta principalmente de jugadoras que nacen en ese país, el aprendizaje viene desde la escuela primaria y lo practican en parques o en clubes más que los varones. A partir de los 18 años de edad las que son consideradas como mejores pueden obtener becas de estudio en las universidades que tienen equipos de fútbol. Una carrera Universitaria en el país del Norte ronda los U$S 40.000. La contraprestación que obtienen las Universidades en el caso de armar equipos competitivos es básicamente el prestigio. La explicación reside en la Ley Federal Title IX que fue sancionada en 1972, la cual obliga a las universidades a brindar las mismas condiciones al deporte masculino y al femenino, impidiendo la discriminación por cuestiones de género. Debiendo cumplirse con mismo presupuesto, instalaciones, medios y becas deportivas. El resultado es que son 4 veces campeonas del mundo FIFA, 8 veces campeonas de la CONCACAF y 4 medallas de ORO olímpicas.Ello responde a una cuestión educativa.
Sin embargo, no todo es lo que parece, ya que por otro lado actualmente las Jugadoras de la Selección de EE.UU presentaron una demanda por discriminación de género contra la Federación de Fútbol de los Estados Unidos. Su reclamo no solo es por la disparidad de salarios con respecto a la selección masculina, sino que también por las diferencias entre dónde juegan, cómo viajan a los partidos y el tratamiento médico que reciben. Fue así, que antes de la Copa Mundial femenina de la FIFA de Francia 2019, cuatro jugadoras de la selección de Estados Unidos (USWNT) fueron convocadas por la notoria revista Sports Illustrated (SI) para sus habituales producciones en traje de baño. Participaron de dicha producción Abby Dahlkemper, Alex Morgan, Crystal Dunn y Megan Rapinoe, quienes hicieron una sesión de fotos en la Isla de Santa Lucía. Cada año el Sports Illustrated Swim suit convoca a un grupo diverso de mujeres con el
objetivo de fomentar el empoderamiento y la inclusión, y oportunamente la edición 2019 coincidió con el Mundial femenino. Justamente, una de las participantes es Megan Rapinoe que fue la gran protagonista de la final del Mundial Femenino y arrasó con los premios individuales, fue elegida la mejor jugadora de la final del Mundial femenino de Francia 2019, se llevó del mismo modo el Botín de Oro y el reconocimiento a mejor futbolista de todo el torneo. Además ha alternado sus grandes actuaciones sobre el césped con sus declaraciones fuera de él, está declarada anti-Trump y ha dicho que no irá a la “P… Casa Blanca” a festejar el título. No es la única vez que adopta actitudes en defensa del movimiento feminista ya que en anteriores oportunidades ha efectuado repudio en defensa de sus colegas.
Por su parte en Argentina, hasta hace muy poco tiempo se hacía muy difícil encontrar lugares en donde las mujeres puedan practicar activamente el fútbol. Más allá del interés de mujeres de distintas edades por practicar el deporte se encontraban con nulas posibilidades de hacerlo. Hubo pioneras que a puro esfuerzo abrieron camino y como mucho lograban jugar mixtos pero solamente en forma amateur porque tampoco eran reconocidas como práctica profesional.
A la sazón de dar otra de las tantas luchas colectivas varias jugadoras de Fútbol Femenino lograron el derecho a ser reconocidas como jugadoras profesionales por las prestaciones efectuadas en sus clubes. Fue así que recién en este 2019 la Asociación del Fútbol Argentino en tiempo record decidió dar el paso hacia aprobar la profesionalización del Fútbol Femenino.
En líneas generales, cada club miembro de la AFA tiene la obligación de registrar entre 8 y 11 contratos por un monto acorde a lo que percibe un Jugador Fútbol de Primera C que se rige por el Convenio Colectivo de Trabajo de Futbolistas Profesionales vigente 557/09 y que de acuerdo al actualizado Boletín N° 5501 de la AFA el Sueldo Básico Promocional (para futbolistas de entre 16 y 18 años de edad inclusive) es de $ 13.200 y el Sueldo Básico es de $ 15.000. La AFA para acompañar al desarrollo destinaría una inversión de unos 25 millones de pesos. Se van a otorgar 120.000 pesos por mes a cada club de Primera División que cumpla con determinados requisitos y las futbolistas deberán tener un apto físico para poder competir. En estos momentos el Torneo Profesional de Futbol Femenino lo integran 16 equipos de la Capital Federal y de la Provincia de Buenos Aires pero ninguno del Interior del País, por lo que como solución está pensado la organización de lo que se denominará la Copa Federal de Fútbol Femenino, para que se incorporen los equipos del interior y hacer que la inclusión sea federalizada.
Los resultados comienzan a verse en materia de competición internacional ya que este año Nuestra Selección de Fútbol Femenino participó del Mundial de Francia consiguió sus primeros puntos tras sendos empates con Japón – potencia en la disciplina – y contra Escocia tras remontar un 0-3 cuando el partido se terminaba, mientras que tuvo una ajustada derrota por la mínima diferencia contra otra potencia como Inglaterra. Recientemente nuestras jugadoras de Fútbol Femenino han hecho historia en Lima (Perú) 2019. Con una gran campaña, la selección se subió por primera vez al podio en Juegos Panamericanos: en la final igualó en un gol con Colombia y se quedó con la medalla de plata al perder por 7-6 en la definición por penales.
Es importante reconocer la templanza de estas jugadoras, muchas de las cuales se impusieron ante la desidia y el desprecio que recibieron en muchas ocasiones como tener que dormir en un micro porque la AFA consideró que no era necesario contratar un hotel, usar camisetas y pantalones viejas talles de hombre, viáticos irrisorios y entrenamientos paupérrimos por falta
de un mejor presupuesto. Lo que prevalece por sobre todas las cosas es el trabajo en equipo. Tal como nos indica César Torres, quien enseña historia y filosofía del deporte en los Estados Unidos, Argentina ofrece grandes ejemplos exitosos en la cooperación de los grupos profesionales de hospitales, escuelas, sindicatos y empresas entre otros.
Por ello, el logro es de esas mujeres que lucharon juntas por provocar el movimiento de la dirigencia que se encontró con una evidencia que ya no pudo tapar. La denuncia que sacudió el mundo del Fútbol la efectuó Macarena Sánchez Jeanney, ex Jugadora de la UAI Urquiza. Entre que se empezó a generar ruido y que se anunciaron los derechos pasaron casi 2 años de luchas constantes.La FIFA ha puesto en marcha una “estrategia global para el fútbol femenino” con financiamiento cuya condición es que las Asociaciones miembros tengan un desarrollo adecuado. Para ello es necesario romper definitivamente con el estigma de que el Fútbol Masculino es una inversión y el Femenino es solamente un gasto. Para desarrollar el Fútbol Femenino se necesitan la aplicación de políticas adecuadas para la realidad actual.
Se observa que los reconocimientos de derechos en la actualidad han llegado a cuenta gotas, sin embargo, hay mucho por trabajar a fin de que los obtenidos sean definitivos y cada vez mayores, ya que más allá de lo que digan las distintas organizaciones y asociaciones del Fútbol se visualiza en la actualidad un desarrollo activo sustentable en lo que es la práctica en sí misma pero aún quedarán pendientes por conseguir una participación más real de las mujeres en los espacios de poder en sí mismo, en donde se manejan decisiones o sea en la parte que les corresponde a las entrenadoras, a las árbitros, a las dirigentes del área técnica y administrativa de las diferentes organizaciones que se adjudican la participación en el juego. Es necesario que las mujeres sean las verdaderas protagonistas de su propia disciplina. Quienes mejores que ellas para que fijen sus propias reglas participativas.
El fútbol como disciplina deportiva traspasa a las distintas clases sociales y el fútbol femenino lo sabe. No obstante aún se organizan más torneos en countries y en clubes privados no federados que en otros ámbitos, por ello será importante diseñar redes de contención a las jugadoras de fútbol que hay en cada rincón de nuestro país y que no tienen recursos propios para participar de torneos o de canchas rentadas que deban pagarse para jugar porque eso es exclusivo solamente de las mujeres que cuenten con el dinero para pagar la actividad.
Además a esta altura ya debería ser deporte alternativo tanto en las escuelas primarias como secundarias y promover el desarrollo en las universidades ya que es una forma de captar alumnas. Sería sin dudas una forma de integrar la educación con el deporte. Para ello, es necesario el compromiso educativo basado en perseguir la igualdad de recursos económicos y por supuesto políticos para que las mujeres sepan que si quieren jugar al fútbol puedan hacerlo libremente sin preocuparse más que por el juego en sí mismo, independientemente de sus recursos económicos. En Argentina el caso surge de una establecimiento Privado como la Universidad Abierta Interamericana Urquiza, quizá pudo haber sido en una idea inspirada en Estados Unidos ya que se trabaja mucho en la atracción de jugadoras a partir de las experiencias universitarias, pero con una finalidad de integrar equipos competitivos con jugadoras que son puestas a trabajar en el club o para alguna empresa del club pero registradas como empleadas administrativas y no como futbolistas. Justamente todo tuvo su desenlace con el reclamo que hizo la mencionada Macarena Sánchez Jeanney contra la la UAI. A partir de allí fue que se
concluyó en la necesidad de dar un paso hacia la profesionalización del Fútbol Femenino en la Argentina.
Luego de tanto esperar, hoy se observa el crecimiento precipitado del Fútbol, lo cual implica un llamado de atención para tomar nota de ello en el sentido que para que esto se mantenga en el tiempo como base de cualquier proyecto prudente sería necesario crear bases sólidas que sostengan la estructura al largo plazo, pues el éxito estará en la planificación y en la participación activa de profesionales académicos multisectoriales de las más variadas profesiones (médicos, psicólogos, abogados, contadores, entrenadores/as, técnicos de fútbol, preparadores físicos, coachings deportivos, profesores de educación física, kinesiólogos) ya que lo que se nota es la infinita cantidad de torneos organizados por personas que persiguen solamente fines de lucro con la explotación económica de esa actividad sin tener siempre la experiencia y el conocimiento necesario. Insisto en esto porque el saber y la experiencia siempre conceden autoridad moral y ética para dedicarse a una actividad.
Sin dudas, que esto se generó cuando explotó el deseo irrefrenable de las mujeres por jugar al fútbol, al no tener tantos clubes federados que tengan divisiones inferiores ni espacios recreativos seguros, ni lugares públicos adecuados para hacerlo las mujeres se volcaron masivamente a inscribirse en las diferentes seudo ligas que hay ahora en pleno auge. En ese sentido, digo esto porque no sólo hay que pensar en el rédito económico sino que hay que ser conscientes que para que la disciplina sea seria se debe tener principalmente una preparación física adecuada y tener controles médicos periódicos que acrediten la aptitud física de las participantes, ya que en algunos casos las jugadoras en un mismo día participan hasta en 3 partidos distintos. Dichas cuasi ligas no están reconocidas oficialmente por ningún organismo de fiscalización y control, lo que hace todo esto poco serio y que se pervierta este hermoso deporte. No se visualizan en la mayoría de los casos personas calificadas al frente de estos proyectos, lo que repercute en torneos en donde a veces no se dividen a conciencia las categorías por edades, capacidades físicas y solamente se lo hace al fin de clasificar por los resultados deportivos de ganadores y perdedores. Sumado a ello dirigen los cotejos árbitros neófitos que no conocen ni los reglamentos, o que partido a partido aggiornan el reglamento de acuerdo a lo que le diga el organizador y lo más grave es que tampoco son idóneos prácticos en la materia, que lo único que hacen es colocarse la ropa de juez como si eso fuera suficiente para impartir justicia. En todo tipo de organización es necesario tener CONOCIMIENTOS y no siempre los cabezas pensantes de estos torneos tienen las capacidades cognitivas adecuadas. El fútbol en sí es un deporte que tiene fases anaeróbicas y a nivel muscular está sometido a un estrés muy fuerte, ya que las frenadas y los cambios de dirección son tremendos, los músculos lo sufren mucho y además sumado a ello los golpes (que lamentablemente los árbitros no saben evitar por miedo a sacar tarjetas amarillas) y traumatismos propios del juego que se generan por la fricción misma. Por eso, sostengo en mi opinión que es algo serio, ya que muchos de esos partidos terminan con largas discusiones entre las participantes e inclusive el juego se torna más brusco de lo recomendable pudiendo ocasionarse serias lesiones físicas entre las participantes, que podría costarle a alguna desafortunada privación temporal para seguir jugando en el mejor de los casos y en alguno puede provocar el final definitivo de sus participaciones. Ante estas contingencias también se hace necesario que se controle la adecuada contratación de médicos en los partidos, asistencias de urgencias médicas, contar con desfibriladores y también de seguros por los daños que se pudieren ocasionar en el desarrollo de la competencia.
Que hayan proliferado estas mencionadas pseudo organizaciones sin lugar a hesitaciones es la consecuencia de la lenta acción de los Estados Nacionales, Provinciales y Municipales hasta ahora. El presente al menos parece ser más alentador en función de que tanto en las Cámaras Parlamentarias Nacionales y Provinciales ya se están estudiando normas legislativas para el desarrollo e integración de las mujeres en el deporte en general y en el fútbol en particular. En el caso de la Provincia de Buenos Aires hay una iniciativa por demás loable que busca la igualdad de género en el deporte que se denomina: “NIVELEMOS LA CANCHA” y la campaña es impulsada por la Red de Parlamentarias Mentoras y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, que busca la visibilización y la igualdad de oportunidades para mujeres en el deporte, con foco especial en el fútbol.
En mi opinión personal sin leyes claras es muy difícil promover cualquier tipo de disciplina deportiva. Entiendo que deben existir normas que regulen la existencia de estas ligas en donde se está moviendo mucho dinero con cada participación, ya que las jugadoras deben afrontar de su propio bolsillo el pago de la inscripción, del alquiler de la cancha y del árbitro ya que las ligas actúan como simplemente como simples organizadores usufructuando de las mieles del dinero pero que no regresan nada de lo producido al Estado a fin de generar un recurso genuino que bien podría ser redistribuido entre las jugadoras que no tienen un lugar adecuado para jugar íntegramente al fútbol. Es allí donde entiendo el Estado debería poner énfasis.
Como conclusión, siento que lo que importa es el proceso por el cual se llega a un resultado, nunca podré aceptar que el resultado es lo más importante porque de esa forma se estaría desvirtuando todo lo que se hizo para llegar al objetivo. Acá vimos como desde el movimiento feminista gestado a la luz del siglo XX se obtuvieron los resultados recién en el Siglo XXI. Por eso creo que como valió tanto la pena que las mujeres den su lucha en pos de un bien colectivo ahora es necesario enaltecer con hidalguía ese proceso. Mi consideración final es que se debe profesionalizar no solamente la actividad deportiva de las jugadoras sino que se debe profesionalizar el fútbol femenino promoviendo la capacidad por sobre todas las cosas. Que se proceda a la apertura de capacitaciones de todas las disciplinas profesionales que tengan algún tipo de injerencia en este deporte, para que no lo ganen personas inescrupulosas con fines solamente económicos. Es necesario educación deportiva ante todo.
En Argentina no nos faltan líderes sino que nos falta métodos, procesos serios y tiempo. Sin dudas que el camino ya se empezó a transitar, ahora es función de quienes somos actores de este fenómeno que cada uno desde su lugar aporte sus conocimientos para consolidar las bases definitivas para el desarrollo de esta actividad.
El autor de la nota es: Juan Manuel Vargas.-
ABOGADO UNLZ 1999. DIPLOMADO en Derecho del Deporte, Administración y Gestión de Entidades Deportivas Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y Universidad de la Marina Mercante, Año 2016.-
POSTULANTE a ocupar la función de Árbitro del Tribunal Arbitral del Deporte de la Asociación Latinoamericana del Deporte (ALADDE).
Asesor Técnico Deportivo de Futbol Femenino del equipo “De Taquito”, participante de la Liga de Futbol 5 organizado por la Súper Liga de Fútbol Amateur en el Club La Palmera de Banfield Pcia. de Buenos Aires. Título Obtenido: Sub-Campeonato Año 2019.-