Palacio de Aguas Corrientes
Ubicado en Av. Córdoba 1950 entre Ayacucho y Riobamba, el Palacio de Aguas Corrientes, tenía el propósito de custodiar doce tanques contenedores, gigantes de hierro de 6 mil metros cúbicos de capacidad cada uno, para el abastecimiento del sistema de agua potable de toda la capital.
Para la obra, se encomendó a ingenieros y arquitectos ingleses, belgas, suecos y noruegos, y dieron como resultado una fachada exuberante, con cúpulas, torretas y pizarras negras inglesas, un techo majestuoso, un revestimiento de terracota con detalles azules y dorados, puertas y ventanas de madera, farolas escocesas y vitrales que es uno de los máximos exponentes del eclecticismo en la Ciudad.
Su construcción finalizó en año 1894, en total duro 7 años, y en la actualidad, se encuentra en una avanzada etapa de restauración para lucir del mismo modo que en sus primeros años.
Dentro del palacio, funciona el Museo del Agua y de la Historia Sanitaria, que se encuentra abierto de lunes a viernes de 9 a 13 horas y con entrada gratuita, uno de los más singulares de Buenos Aires por su colección de cañerías, griferías e inodoros que ilustran las diferencias tecnológicas y de diseño de cada época que atravesó el mundo y, con él, el país.