La posibilidad que tienen los alumnos del La Salle San Martín es excepcional, no todos los estudiantes la tienen. La oportunidad de poder aprender y trabajar desde el taller es única. Se ponen en juego otros métodos didácticos, donde el alumno puede dar rienda suelta a sus proyectos, interactuar directamente con las maquinarias, participar de la creación y refacción de elementos, por mencionar algunas situaciones.

Suele ser una idea atrapante ya que nos brinda a nosotros los alumnos, la posibilidad de abandonar por un rato el puesto de alumno pasivo; del que se encuentra sentado en un aula, y que limita su participación a oír y/o tomar nota de los contenidos dictados por el profesor encargado de la clase. En el taller, el estudiante lasallano tiene la chance de tomar el protagonismo y comenzar a interactuar activamente con las enseñanzas, dejando a un lado el rol de oyente para pasar a ser un alumno activo, creador de proyectos.

El trabajo en equipo, la creatividad como también el cuidado y la precaución son algunas de las características que deben tomarse a la hora de trabajar en el taller, ya que al ser una manera poco común de dictar clases representa otros riesgos y las posibilidades de accidentes se incrementan al estar en contacto permanente con distintas maquinarias y herramientas.

Por último, el gran beneficio de este tipo de enseñanza es que el alumno no solo logra aprender y comprender diferentes materias curriculares, sino que también logra terminar su secundario con aprendizajes de distintos oficios, lo cual a la hora de salir a la vida laboral le da la posibilidad de correr con una pequeña ventaja sobre otros graduados que no tuvieron enseñanzas técnicas.

En el caso de los egresados del La Salle San Martin, podemos encontrar varios casos de ex alumnos que hoy en día han logrado obtener un puesto en distintas empresas gracias a los contenidos obtenidos en el transcurso de la enseñanza secundaria técnica.