La historia de nunca acabar
La primera víctima de este 2018, fue Deportes Temuco, equipo chileno que se enfrentó a San Lorenzo por la Copa Sudamericana. El cuervo hizo el reclamo dentro de las 24 horas posteriores al partido ante CONMEBOL, por la mala inclusión de Jonathan Requena en el partido de ida, quien ya había sido inscripto en la primera fase para Defensa y Justicia, y no podía disputar el certamen con la camiseta de otro equipo. Sin embargo, desde Temuco hicieron un descargo frente al ente organizador, argumentando que en el sitio oficial de CONMEBOL, el jugador aparece registrado para Deportes Temuco, y no figura en ninguna lista entregada por el conjunto de Florencio Varela. No obstante, el partido se le dio por ganado 3-0 a San Lorenzo.
El segundo caso se presentó en la Copa Libertadores, con el Santos. Luego del partido de ida frente a Independiente por los octavos de final, el conjunto de Avellaneda hizo un reclamo similar al de San Lorenzo, por la mala inclusión de Carlos Sánchez en el equipo rival. La defensa del conjunto brasilero, fue que el jugador no figuraba como sancionado en el sistema electrónico de la CONMEBOL, por lo cual estaba disponible para ser alineado.
En medio de estas desprolijidades, el fallo se hizo esperar hasta el día del partido de vuelta, y finalmente, se le terminó dando por ganada la ida a Independiente 3-0.
Como si fuera poco, al mismo tiempo apareció una situación aún más polémica con Bruno Zuculini, jugador de River Plate. Luego de la ida de los octavos de final frente a Racing, también por Copa Libertadores, se detectó que el jugador había sido mal incluido por el Millonario, ya que se encontraba sancionado, curiosamente, por una expulsión en Copa Sudamericana jugando para La Academia en 2013. Pero a diferencia de Independiente y San Lorenzo, desde el entorno de Racing se dieron cuenta de esta imprudencia, luego de las 24 horas posteriores al partido, que la CONMEBOL habilita para realizar algún tipo de reclamo. Sin embargo, reconocieron que debían actuar de oficio. Resulta que Zuculini había disputado unos cuantos partidos sin estar habilitado, pero el descargo de River, que a estas alturas no es nada sorprendente, fue que cuando consultó a la CONMEBOL si alguno de sus nuevos refuerzos de esta temporada (entre ellos Bruno Zuculini) debía cumplimentar alguna sanción, el ente organizador, notifico que el único que debía perderse algún encuentro, era Nacho Fernández. Por lo tanto, CONMEBOL determinó que no haya ningún castigo para el equipo de Gallardo, ya que el error fue de ellos y además, Racing no reclamó a tiempo.
Tratando de maquillar este contexto con algo de “disciplina”, fueron sancionados Marcelo Gallardo, y Guillermo Barros Schelotto, entrenadores de River y Boca respectivamente, por ingresar tarde al segundo tiempo de sus partidos de ida por los octavos de final de Copa Libertadores. Y como si fuera poco, cada uno fue vigilado por un veedor para que ambos DTs, no pudieran sentarse en el banco de suplentes, ni acercarse, ni comunicarse con sus dirigidos. Tiempo atrás también, se multó a Independiente por hacer su “saludo histórico”, ya que consideran que está fuera del protocolo de iniciación del partido, y por usar indumentaria de edición limitada, en el partido frente a Deportivo Lara, que no era la pedida por CONMEBOL.
Pero a la hora de ser prolijos y estrictamente disciplinados en lo que realmente importa, las fallas aún continúan. Resulta que Boca, no incluiría a Wanchope Ábila en el partido de ida frente a Cruzeiro, por los cuartos de final de Copa Libertadores, ya que desde el club tienen la información de que el delantero debe cumplir una fecha de sanción, y no quieren arriesgarse a un posible 3-0 en contra. De hecho, ni siquiera fue al banco de suplentes contra Libertad de Paraguay, en la vuelta por los octavos, por la misma razón. Y todo esto, viene como consecuencia de que no hay ningún tipo de información precisa desde la CONMEBOL, respecto de la situación del jugador. Además, si estuviera suspendido, Wanchope firmó planilla en ocho de los nueve encuentros que disputó Boca por la copa, y estaríamos hablando de algo parecido a lo ocurrido con River y Zuculini. Incluso el atacante anotó un gol en la ida frente a Libertad, que si hubiera elevado un reclamo en las 24 horas posteriores al partido, tal vez se hubiese llevado un 3-0 a favor.
No, no es ficción, ni está en Netflix. Esta es la CONMEBOL, la que toma medidas para parecerse al modelo europeo, que quiere asemejar la Libertadores con la “Champions League”, y hoy termina siendo un torneo de barrio, una lucha de “escritorios” o un circo,
como supieron decir algunos. Por supuesto que no desde su valor como trofeo, sino desde lo organizativo. Así que estén atentos, porque esta historia no termina acá, seguramente en cuestión de semanas, habrá nuevas dudas sobre quién puede jugar, sanciones ridículas, y así hasta que haya un nuevo campeón y se terminé está edición de copa, o mejor dicho, hasta que alguien maneje el “sitio electrónico” de la organización como corresponde…
Yo me pregunto ¿Tan difícil es tener actualizado un sitio web al que podamos acceder todos y revisar quien está suspendido o no? ¿Es tan complicado? Sino no se entiende cómo la gente que hoy está en la CONMEBOL, llegó hasta ese lugar.
Por Lucas Licciardi