Medidas de fuerza de gremios aeronáuticos provocó demoras y cancelaciones de vuelos en Ezeiza y Aeroparque

Sociedad 07 de septiembre de 2017 Por Luis Herrera
Cinco sindicatos reclamaron este miércoles por la política del Gobierno Nacional de abrir nuevas rutas a las empresas  denominadas low cost

Este miércoles (6 de septiembre) por la mañana, miles de pasajeros desprevenidos se encontraron en Ezeiza y Aeroparque con la noticia de medidas de fuerza gremiales que afectaban el normal funcionamiento de los aeropuertos.

Sin saber que pasaba, los vuelos iban llegando al aeropuerto de Ezeiza, y los usuarios eran advertidos que habría demoras en la entrega de equipaje por falta de personal para bajarlas del avión.

No hubo demasiadas explicaciones de parte de los responsables de las empresas aéreas, solo se limitaban a pedir paciencia e invitaban a retirar las valijas por la tarde o al día siguiente al no tener certeza de la hora en que solucionaría el conflicto.

Con el  transcurso de las horas, se iba conociendo el motivo del reclamo sindical. La apertura de nuevas rutas aéreas a las empresas denominadas low cost, provocó la realización de asambleas y una movilización de cinco de los seis gremios aeronáuticos exigiendo un cambio de posición del Gobierno Nacional frente a lo que consideran una precarización laboral.

En Ezeiza a las 10 de la mañana el panorama era desolador  en los mostradores de la mayoría de las empresas (ver fotos).

Si bien el panorama fue tranquilo en  todo momento, solos unos hechos aislados de nerviosismo se suscitaron principalmente por la desprolijidad de parte de los responsables de las aerolíneas que tardaron en salir, mientras la gente pedía aclaraciones.

Tras el dictado de la conciliación obligatoria por parte del ministerio de Trabajo, después del mediodía se retomó la actividad en los aeropuertos, aunque tardaron algunas horas en poder reorganizar los vuelos y los trámites para cargar y descargar el equipaje.

Algunas situaciones insólitas se vivieron en Ezeiza como una mujer que salió del área de arribo  para cambiar a su beba y aunque tuvo permiso para hacerlo, no la dejaron volver a entrar para reunirse con su marido que había quedado esperando las valijas. O el de dos entrenadores de chicos que ante la demora pidieron permiso para buscar un micro que los llevara para hacer un trasbordo en aeroparque, y cuando intentaron regresar, al igual que el caso anterior, no les permitieron reunirse con los 25 menores que estaban adentro.

Obviamente la policía aeroportuaria cumplía con su función y esperaba que los responsables de las aerolíneas se hicieran presentes para dar las autorizaciones correspondientes. Más allá de la bronca y la angustia, todo fue solucionándose.

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