Se abre un camino para frenar la Gota

Salud 23 de febrero de 2018 Por Pato Costa
Extrayendo un ingrediente de una gardenia exótica se frenaría la acumulación de ácido úrico en las articulaciones.
gardenia

Científicos de la provincia de Córdoba se encuentran en la etapa preliminar de una investigación para elaborar un fármaco que frenaría la Gota.

Utilizando compuestos aislados de una  gardenia endémica de Nueva Caledonia, una colonia francesa del Pacífico ubicada a 12.000 kilómetros de Argentina, se podría llegar a la base un medicamento que controlaría esta dolorosa enfermedad.

En estudios in-vitro de laboratorio, ciertos compuestos naturales extraídos de la planta (flavonoides) lograron inhibir a una enzima responsable de la formación de ácido úrico, cuyo depósito en las articulaciones desencadena los dolorosos ataques de gota: una artritis inflamatoria que afecta al 1-2% de la población y cuya incidencia crece con el aumento de la expectativa de vida.

La Dra. María Gabriela Ortega es  investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Como directora del estudio se muestra esperanzada en que si los resultados se confirman en estudios adicionales, “se abre el camino para el desarrollo de tratamientos naturales, seguros y potentes que reemplacen a los medicamentos convencionales y no presenten sus efectos adversos, como hepatitis o lesiones renales”,

El estudio fue publicado en la revista “European Journal of Medicinal Chemistry” y la primera autora fue María Daniela Santi, becaria postdoctoral del CONICET en la UNC.
Las científicas cordobesas, junto a colegas de Uruguay y Frencia, probaron que los compuestos aislados de la planta Gardenia oudiepe tienen la capacidad de bloquear la actividad de la enzima xantina oxidasa (XO), clave para la formación de ácido úrico. Mediante modelos computacionales, los autores del trabajo también recrearon la manera precisa en que esos compuestos activos interfieren con la acción de la XO.
El siguiente paso sería evaluar estos conceptos en animales de experimentación y, en caso de salir todo bien, en ensayos clínicos posteriores para comprobar su eficacia y seguridad

Fuente: CyTA-Fundación Leloir

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