La historia de esta heladería en nuestro país comienza en el año 1957, cuando sus dueños, la familia Olivotti, establecieron el local sobre la calle corrientes. A este local, le pusieron el nombre de Cadore, región del norte de Italia, cerca de la frontera con Austria. Cabe destacar que la heladería fue fundada a fines del siglo XIX y de allí en más, las generaciones de esta familia siguen acunando las recetas familiares, y gracias a esto, se encuentra entre las mejores del mundo.

Desde su apertura,  la heladería Cadore se encuentra en el mismo lugar, para ser más precisos, en Av. Corrientes al 1695 casi esquina Rodríguez Peña. Nunca cambiaron las recetas familiares, que son guardadas celosamente, y por las mismas,  se ha convertido en una heladería tradicional de la Capital.

Entre sus sabores más destacados, y los que se asegura que se deben probar, se encuentran el chocolate con Cointreau, mousse de limón, y el dulce de leche granizado que le dio su fama mundial, dado que ellos mismos elaboran el dulce de leche reduciéndolo a fuego lento durante 14 horas. Al no contar con cámara frigorífica, todo lo que se produce en el día, se vende.

Fuente: National Geographic