Producen avispas benéficas para controlar la mosca doméstica

Sociedad 15 de septiembre de 2017 Por Agustín Herrera
Ocurrirá en el marco de la jornada “Periurbanos hacia el consenso”, fue desarrollado y ofrecido por el INTA, y se podrán utilizar para las problemáticas existentes en establecimientos de producción animal y lugares donde haya acumulación de basura.
avispa

Investigadores del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA , a través de estudios sobre control biológico de plagas, llegaron a una posible solución para la problemática de la multiplicación de moscas domesticas en lugares de acumulación de basura y establecimientos ganaderos. De esta manera, los investigadores comenzaron a multiplicar el número de avispas parasitas de acción benéfica para que destruyan uno de los estadios biológicos de la plaga.

Esta, es una alternativa de control biológico, y su aplicación debe estar asociada a una gestión integral de residuos y efluentes, tanto en zonas urbanas como periurbanas. Utilizando este método se busca minimizar el uso de agroquímicos en las granjas, y así, evitar la contaminación de alimentos, animales y personas.

En concreto, una mosca domestica adulta pone 50 huevos por día en desechos orgánicos húmedos durante 30 días. De los mismos eclosionan larvas, y de ellas, nacen los adultos que llegan a vivir hasta 30 días. Además, pueden volar hasta 3 kilómetros desde donde se generaron y transportar enfermedades y parásitos zoonoticos que afectan la salud humana y veterinaria. Esto, repercute en la pérdida de competitividad, recursos naturales, biodiversidad y seres vivos.

El proceso consiste en que las avispas busquen las pupas de las moscas, para luego pincharlas y colocarles un huevo en su interior. Del mismo, nace una larva del parasitoide que se come el contenido de la pupa, la destruye, y en cuestión de días emerge un parasitoide benéfico.  Este tipo de control biológico fue implementado con éxito en varios municipios de Buenos Aires y Santa Fe.

El proyecto consta de 26 hectáreas, de las cuales 16 son productivas y el resto está cubierta por una cortina forestal de tres hileras de plantas, un requerimiento establecido por ordenanza municipal. La primera hilera está conformada por fresnos y algarrobos; la segunda, por eucaliptus, y la última por casuarinas. En la parte norte, hay sauces traídos del Delta –porque se trata de una zona más baja– y también fresnos y algarrobos.

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